Plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida, qué son y cuál es la multa por estacionar sin autorización

Plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida en el Port de Tarragona
Plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida en el Port de Tarragona
PORT DE TARRAGONA / EUROPA PRESS
Plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida en el Port de Tarragona

Las personas con discapacidad tienen derecho a aparcar su vehículo en plazas reservadas específicamente para ellas. Sin embargo, no todas las personas que presenten algún tipo de discapacidad tienen permiso para hacerlo, ya que deberán disponer de la denominada tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida, que otorga cada comunidad autónoma. 

Para adquirir este documento, deberán cumplir con una serie de requisitos, entre ellos, tener reconocido un 33% o más de discapacidad, ser usuario de silla de ruedas o tener reconocida una deficiencia visual que implique un grado de las limitaciones en la actividad igual o superior al 65%. Esta tarjeta es personal e intransferible y únicamente es válida para el vehículo del que es titular la persona con movilidad reducida, que podrá ser tanto conductor como pasajero del vehículo.

¿Cómo son las plazas reservadas para movilidad reducida?

Las autoridades reservan plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida con el objetivo de mejorar su desplazamiento en las ciudades o todo tipo de recintos y garantizar, de esta forma, la igualdad de oportunidades, la no discriminación y la accesibilidad universal de estas personas. Estos espacios, presentes en todos los municipios de España, están situados en la vía pública, pero también en determinados lugares privados como, por ejemplo, centros comerciales. 

Según el Reglamento 1056/2014, que rige las condiciones legales de estas plazas y las condiciones necesarias para estacionar en ellas, debe haber una de estos plazas por cada 40 de estacionamiento ordinarias. Además, cada comunidad autónoma decide cómo son, aunque existen unos requisitos mínimos:

  • Debe estar señalizada, tanto en el suelo como en una señal V15 vertical, con el símbolo internacional de una persona en silla de ruedas en un fondo azul. En algunos casos, la señal vertical incluye la matrícula del coche del sujeto, si solo puede usar la plaza esa persona. 
  • Ubicadas cerca de accesos o pasos de peatones.
  • Los métodos de pago deben tener una altura accesible para el usuario.
  • Tener unas dimensiones superiores a las de un aparcamiento habitual: cinco metros de largo y dos de ancho, como mínimo, y un lateral de al menos 1,5 metros.

¿Cuál es la multa por aparcar sin permiso?

Estacionar en una plaza de aparcamiento reservada para personas con movilidad reducida si no se dispone de la tarjeta habilitada para ello está prohibido y se sanciona con una multa de hasta 200 euros, al considerarse una infracción grave de la Ley de Tráfico. Esta cuantía puede reducirse a la mitad (100 euros) si se paga en los 20 días naturales posteriores a la notificación de la multa.

Es posible que la grúa municipal se lleve el vehículo para evitar que obstaculice el paso y permitir que la persona autorizada pueda utilizar la plaza. En estos casos, a la sanción de 200 euros hay que añadirle el coste de la grúa municipal que haya retirado el coche.

Pese a tratarse de una infracción grave y ser una de las demandas más frecuentes de los colectivos de personas con movilidad reducida, esta falta no implica la pérdida de puntos del carnet de conducir. A finales de 2020, la DGT lanzó un paquete de reformas legales para modificar la legislación en materia de tráfico y circulación, pero mantuvo esta norma. "Lo consideramos grave, antisocial e incívico, pero no acarrea riesgo para la seguridad vial. Por ese motivo, aun siendo grave y teniendo la penalización, no supone la retirada de puntos", aseguró la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea.

¿Cómo recurrir la multa?

La persona sancionada podrá recurrir la multa por aparcar en una plaza reservada para persona con movilidad reducida sin permiso si no está de acuerdo con su imposición, en el plazo de 20 días naturales desde que recibió su notificación. Eso sí, deberá tener en cuenta que, al reclamar la sanción, perderá la opción de descuento del 50% por pronto pago.

El proceso que deberá seguir es el mismo que para recurrir cualquier otra multa por infracción grave. Primero, deberá realizar un escrito de alegaciones o pliego de descargos, en el que explicará el motivo de la reclamación. Este documento deberá enviarse al Ayuntamiento del municipio correspondiente por correo certificado o de forma presencial en una de sus oficinas y deberá incluir lo siguiente:

  • Datos personales
  • Datos del organismo que sanciona
  • ​Número de expediente que aparece en la multa
  • ​Domicilio
  • ​Solicitud de la anulación de la multa
  • ​Cualquier documento que demuestre que tiene la razón: un ticket, una foto, etc.
  • ​Firma

Cabe tener en cuenta que, si pasan más de 6 meses desde que se cometió la infracción hasta la notificación de la multa, esta sanción estará prescrita, es decir, será anulada y la persona no deberá pagarla.

¿Qué pasa si se utiliza una tarjeta falsa?

Estacionar en estos espacios sin tener la correspondiente tarjeta para ello supone una conducta incívica y poco sensible con las personas que verdaderamente necesitan esa plaza para poder trasladarse, subir o bajar de su vehículo con menor dificultad.

Por este motivo, falsificar una tarjeta emitida por el Ayuntamiento para poder estacionar en una plaza reservada para personas con movilidad reducida supone un delito de falsedad documental y puede acarrear pena de prisión desde los 6 meses hasta los 3 años de cárcel, además de una multa de entre 6 y 12 meses.

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